El 23 de febrero de 1885 nació la Banda de Música de Teror, la formación más veterana del municipio y una de las de más larga trayectoria de la isla. Ese fue el día de su fundación oficial por iniciativa del Ayuntamiento, confirmación de una idea que se venía gestando desde 1869, año en que se sitúan sus orígenes aunque con un escaso grado de organización y continuidad. Los vecinos de Teror manifestaron durante esos años previos a su constitución oficial el deseo de contar con una banda de música propia del pueblo que contribuyese a dar mayor solemnidad a los actos y funciones religiosas en honor a la Patrona Nuestra Señora del Pino. Las dificultades iniciales, especialmente la falta de instrumentos y de un local de ensayo, no impidieron que el pueblo de Teror haya vivido más de 100 años de su historia disfrutando de su Banda de Música.

Su primer director fue D. Agustín Álvarez Alemán, encomendado por el Ayuntamiento de Teror, quien recibía 375 pesetas anuales como sueldo. Las obligaciones de la Banda en aquella época eran tocar en las misas solemnes y procesiones exclaustrales de las fiestas del Corpus, Domingos de Infraoctava y días de la Patrona; debían armonizar las misas de los jueves Santos y las mayores de los días en que la Iglesia celebrara la Natividad y Resurrección del Señor y el Dulce Nombre de María. Tocaban marchas en las procesiones del Domingo de Resurrección, y “piezas de buen gusto” las vísperas de la Fiesta del Pino por la noche y los días de la misma Fiesta por la tarde. Celebraban con sus melodías cualquier acontecimiento que a juicio de la Corporación municipal, mereciera ser festejado por el pueblo.

La Banda sufrió en sus comienzos muchos altibajos, hasta el punto de pasar un periodo de inactividad entre los años 1889 y 1892, apenas 4 años después de haberse constituido,  fecha en la que se decide acudir a la Iglesia para que subvencione en la medida de lo posible la actividad de la agrupación musical, pues la mayoría de las intervenciones se realizaban en actos religiosos. El Clero accedió a su sostenimiento con 500 pesetas anuales, que sumadas a las 250 pesetas que se extraían de la partida de gastos de las Fiestas del Pino servían de sueldo para el director, que nuevamente fue don Agustín Álvarez Alemán, al que seguirían en el cargo D. Pedro Álvarez Alemán durante el año 1896 y D. Pedro Montesdeoca Suárez entre 1897 y 1899.

En el año 1900, con la llegada del nuevo siglo se entra en una etapa de continuidad, pues durante 20 años se mantiene en el cargo de director D. Pedro Álvarez Alemán. En esta nueva etapa las obligaciones del conjunto no se vieron modificadas en absoluto y se empezó a consolidar la idea de la Banda de Música de Teror que ha llegado hasta nuestros días. Ya desde esta época se incluyó en los presupuestos el pago del alquiler del local de ensayo. Como anécdota se cuenta que en 1901 fue construido el primer tabladillo para uso de la Banda con la leña que se obtuvo del ultimo corte que se le realizó a los árboles de la Alameda. En ese año precisamente se le añadió a las obligaciones de la Banda una actuación en las Fiestas de San José que para entonces habían adquirido un auge notable. En 1902 la Banda realiza una tocata en la colocación de la Cruz Grande en el lugar denominado como Hoya Alta.

En el primer cuarto de este siglo XX, la Banda renueva su instrumentación, ya que la antigua se encontraba muy deteriorada. Se realizan las compras en dos tiendas internacionales: en 1913, en la tienda de la marca Maurice Schusterfils & Cª de París; y en 1924 en la tienda germana de la firma Walter Struck con sede en Hamburgo.

En 1925, D. Agustín Álvarez Suárez renuncia al cargo de director que ocupaba desde 1921, “debido al poco interés que muestran los músicos en el cumplimiento de sus deberes”. Comienza así otro periodo de escasa actividad, salpicado ocasionalmente por actuaciones en fiestas religiosas bajo la batuta de D. Antonio Fleitas Pérez.

En 1928 surge nuevamente por deseo del pueblo una petición de reorganización de la Banda de Música. Como consecuencia de esto, se nombra a D. Cándido Ortega Hernández como profesor de música y director de la agrupación. En 1931 se le asigna el deber de tocar en las fiestas de los barrios del municipio: San Isidro, Arbejales y El Palmar.
En 1939, y por acuerdo del Pleno municipal se decide disolver la Banda de Música, aduciendo para ello la inexistencia de presupuesto. A su vez se amonesta al director don Cándido Ortega Hernández por no haber mostrado el debido interés en la buena marcha de la Banda. Éste presenta un escrito en el que muestra su total desacuerdo con esta decisión pues el principal motivo de la disolución era que la mayoría de los músicos de la Banda habían sido movilizados con motivo de la Guerra Civil.

Se volvió a suceder un periodo de paro musical, interrumpido solamente con intervenciones en contadas fiestas religiosas, hasta 1944, año en que miembros de la autollamada “agrupación musical” (que actuó sin respaldo oficial entre los años 1941 y 1943 dirigidos por el sacerdote D. Antonio Álvarez Suárez) presentan un escrito a la corporación en el que plantean la reorganización de la tradicional Banda de Música. El Ayuntamiento accede y restituye en su puesto por petición de los músicos a don Cándido Ortega Hernández, y además fija en 25 las actuaciones anuales de la Banda.
En 1956, don Cándido Ortega Hernández solicita su jubilación. Se le concede y se contrata a don Domingo Peña Alonso.

7En 1957 se realiza una nueva compra de instrumentos en la casa Francesa Cuesnon.
El Domingo de Ramos de 1959 se estrena el primer uniforme de la Banda de Música, que costó 38913 pesetas que se le abonaron al sastre don Juan Suárez Ramos.
El 31 de mayo de 1963 renuncia a su cargo don Domingo Peña Alonso y se contrata a D. Francisco Ortega Herrera, hijo del antiguo conductor don Cándido Ortega Hernández.
A partir de aquí y hasta 1975 se suceden una serie de directores entre los que destacan D. Manuel Moreno Rivero o D. Domingo Peña Alonso que estuvo en tres ocasiones distintas al frente de la Banda, así como D. José Antonio González de Armas.
Durante los años 1975 y 1976 dirigió don Ignacio Ossorio López. En 1976 se contrata como director a Don Honorio Luri Amatria, quien ocupa el cargo hasta 1980.

Nuevamente se produce un pequeño paréntesis musical hasta que el 2 de febrero de 1982 ocupa el cargo Don Eusebio Bravo Páramo. Al llegar a Teror después de dirigir durante 9 años la Banda de Música del Ejército del Aire de Las Palmas de Gran Canaria, Don Eusebio sólo disponía de 10 ó 12 músicos. Su objetivo principal se centró entonces en crear músicos para incorporar a la Banda del pueblo, por lo que acude al colegio de la villa para ofrecerse como profesor de música, de manera que empieza a impartir clases por las tardes y comienza a seleccionar candidatos jóvenes para incorporar a la Banda. Durante los 27 años que alzó la batuta para dirigir a la Banda de Música de Teror fueron muchos los vecinos que aprendieron a tocar un instrumento y pasaron a formar parte de la Banda, llevando su música a todos los rincones de Teror y a aquellos lugares a donde se le invitaba a tocar. Es Don Eusebio el principal responsable de que la estructura se haya mantenido estable en estos últimos años, y que haya ido creciendo hasta erigirse en lo que es actualmente el grupo humano y musical de la Banda de Música de Teror. Don Eusebio es Hijo Adoptivo de la Villa (nació en Orgaz, Toledo) y con motivo de su 25 aniversario como director de la Banda el Ilustre Ayuntamiento de Teror le entregó La Insignia de Oro. Es una persona muy querida y admirada tanto por los que estuvieron bajo su batuta, que lo nombraron en el momento de su retirada Presidente de Honor de la Banda, como por todo el pueblo de Teror.

Desde el mes de septiembre de 2009, momento en que Don Eusebio decide “colgar la batuta” tras tocar en muchos pregones de las Fiestas del Pino, conciertos de Navidad, encuentros de bandas tanto en la villa mariana como en otros pueblos, e innumerables procesiones, dirige la Banda de Música de Teror Don Óscar Sánchez Benítez, discípulo de su predecesor y uno de los componentes más veteranos de la agrupación. Esta nueva etapa se caracteriza principalmente por esa idea de continuar con la filosofía de Don Eusebio, que se ha conseguido tan rápidamente por confiar la batuta a un componente activo de la Banda por expreso deseo del propio Don Eusebio, en lugar de optar por un director ajeno a la actividad de la Banda de los últimos años.

Los últimos años se han caracterizado por la realización de grandes conciertos, entre los que destacan el Concierto de Mambos y Chachachás en 2011, el Concierto de Bandas Sonoras de Películas en 2013, el Concierto ofrecido en el Teatro Pérez Galdós de la capital grancanaria en 2014 o el espectáculo audivisual “Volant” en 2017. Asimismo, la Banda de Música de Teror ha colaborado con los solistas internacionales de trompeta Pierre Dutot y John Miller, dentro del marco del Festival Internacional de Trompeta de Teror. Por otro lado, también destaca la participación, por primera vez en la historia, en la procesión del Día del Pino, que tuvo lugar en el año 2017 y que se ha convertido ya en una tradición.

La Banda de Música de Teror también ha seguido transmitiendo su música por distintos puntos de la geografía insular, en diferentes Encuentros de Bandas por varios municipios de la isla; de la geografía canaria, como por ejemplo el concierto ofrecido en las fiestas de Pájara, en la isla de Fuerteventura; y de la geografía nacional, con el intercambio con la Banda de Música de Montefrío (Granada).

137 años de Banda de Teror.

A por otros 137 y… ¡que no pare la música!